2. LO QUE HAY QUE SABER …

 

 

   Los siguientes consejos están concebidos para alguien que desee profundizar en composición desde una tradición musical "clásica" de raíz europea, con una formación amplia y sólida, pero abierta también a la actualidad musical y a las últimas tendencias. Si se desea crear sólo música de estilo pop básico, probablemente no resulten útiles.

 

   Lo que aquí se expone trata de recoger "todo lo deseable", aunque es muy difícil que una sola persona lo pueda dominar por completo. No es, desde luego, mi caso. Es más, dominando bien sólo algunas de sus materias, por ejemplo, Armonía, Músicas Etnicas e Informática Musical, ya se puede conseguir bastante, incluso a nivel profesional.

 

   A continuación exponemos una relación de las áreas o materias concretas que consideramos convenientes incluir en esta formación, explicando la esencia y porqué de cada una. Se muestran en un cierto orden secuencial, aunque la mayoría se podrían compatibilizar en el tiempo. Al final la guía, en el punto 5, se incluye también una selección de bibliografía y otros recursos, para quienes quieran disponer de algunas referencias a partir de las cuales profundizar.

 

 

 

2.1 LENGUAJE MUSICAL

 

   Resulta una evidencia, pero no queremos dejar de mencionar la necesidad de dominarlo con la mayor profundidad posible. El "piano-roll" de los programas secuenciadores ha facilitado que las personas sin conocimientos de Lenguaje Musical puedan escribir música. Sin embargo, jamás podrán entender en profundidad una obra de la literatura musical escrita, por simple que ésta sea y por buen oído que tengan. Es decir, no podrán llegar a conocer sus estructuras.

 

   Tampoco podrán escribir una obra sensata para grupo instrumental amplio u orquesta, aunque su programa secuenciador ofrezca una plantilla de la misma. Los que lo trabajan así, y algún profesional de cierto prestigio he conocido, han de enviar su composición después a manos de un orquestador bien formado que intente enmendar un poco el desaguisado de partida. Aún con ello, multitud de orquestas, algunas de la talla de la London Symphony Orchestra, se mueren de aburrimiento no pocas veces realizando grabaciones de obras de este corte, generalmente bandas sonoras de audiovisuales, mal escritas y con los recursos instrumentales desaprovechados en un 97%.

 

 

2.2 INTERPRETACIÓN AL INSTRUMENTO

 

   De nuevo casi una evidencia. Es muy deseable tocar algún instrumento y poder sentir la música en nuestros dedos y casi nuestras tripas. La experiencia siempre enriquecerá nuestra capacidad de escritura. Si se tocan varios, por supuesto aún mejor.

 

   Si el instrumento es además polifónico, como piano, órgano, teclados o guitarra, proporciona una familiaridad con la simultaneidad de sonidos que es la esencia de una mayoría de composiciones musicales, lo que por tanto resulta muy ventajoso para la creación, facilitando además realizar pruebas interpretando uno mismo una síntesis de la obra que se compone.

 

   Sin embargo, algo impensable hace unas décadas, hoy en día hay no pocos profesionales de la creación musical que no saben tocar ni un solo instrumento, o tocan alguno de manera muy básica. En estos casos, suelen todos dominar la Informática Musical, con lo que el ordenador se transforma en su verdadero instrumento.

 

 

2.3 ARMONÍA

 

   La armonía es precisamente la disciplina que estudia las simultaneidades sonoras afinadas, también llamadas acordes en la música occidental. Casi todos los estilos musicales, excepto los estrictamente rítmicos, como algunos africanos, o algunos monofónicos, por ejemplo el canto gregoriano, contienen simultaneidades sonoras. El estudio de la armonía entrena, por tanto, en el manejo de estas simultaneidades.

 

   Existen muy diversos estilos y sistemas armónicos. El preponderante en occidente es la llamada Armonía Tonal Clásica, en la que se basa precisamente toda la Música Clásica. Otros son la armonía modal, la armonía de Jazz o la armonía de músicas de raíz étnica, como puedan ser por ejemplo la flamenca, la árabe o la hindú. También armonías experimentales desarrolladas por las Vanguardias del siglo XX, como la misma armonía derivada del dodecafonismo. Un entrenamiento relativamente sólido en Armonía Tonal Clásica o Armonía de Jazz, que son las comúnmente empleadas como iniciación, puede suponer unos dos años o más de estudio. Evidentemente, unos buenos conocimientos de armonía, cuanto menos Armonía Clásica o de Jazz (que contienen muchos elementos comunes), es imprescindible para cualquier compositor/a que desee abordar la creación de los estilos musicales más habituales en la música occidental, la mayoría de los cuales se relacionan con estas técnicas armónicas.

 

 

2.4 INFORMÁTICA MUSICAL

 

   La informática invade cada vez más nuestras vidas y también los procesos de creación artísticos. En el caso de la música, lleva ya varias décadas aplicándose a prácticamente todas las fases del proceso creativo, desde la escritura musical, hasta la imitación de instrumentos reales mediante sintetizadores o la misma grabación final de una obra. También, progresivamente, a la propia generación de estructuras musicales, conocida como Composición Algorítmica.

 

   Esta ya larga trayectoria y experiencia desarrollada, unida a la cada vez mayor potencia de los equipos informáticos, hace que ya pueda, por ejemplo, simularse con extremo realismo una agrupación de instrumentos tradicionales. Y por supuesto, otro sinfín de técnicas, como la síntesis de nuevos sonidos, la interacción en tiempo real con intérpretes, o la ya mencionada Composición Algorítmica.

 

   Todo ello, unido a el salto inminente que promete la Inteligencia Artificial, hace que la experiencia musical sea cada vez más informática, augurando un futuro muy próximo en el que se integrará, aún más, con los instrumentos tradicionales. Esta integración es ya un hecho en la grabación de muchísimas bandas sonoras, en las que una sección puede ser grabada con instrumentos reales a los que se le superponen otros sintetizados.

 

 

 

 

   Por todo ello, alguien que se forme en composición ha de dominar, con la mayor profundidad, el amplio espectro de la Informática Musical, so pena de perder un tren que cada vez va más rápido. No es tarea fácil y requiere años de estudio, pues los programas de informática musical son muy variados, complejos y especializados, en constante evolución además. Sin embargo, el esfuerzo resulta imprescindible, ya que actualmente muchas personas con conocimientos  musicales muy limitados pero de un gran dominio de la Informática Musical le comen cada vez más terreno profesional a creadores en la situación inversa.

 

 

2.5 ANÁLISIS MUSICAL

 

   Aprender las técnicas de Análisis Musical y practicarlo es otra tarea imprescindible para la creación musical. Es casi imposible cocinar una buena paella si no se entiende la función de cada uno de sus ingredientes, así como la relación entre ellos y el proceso de cocción. A partir de este ejemplo, antes de componer es necesario haber analizado obras de formato parecido entendiendo la función de todos sus elementos.

 

   Estos elementos son principalmente la forma, la armonía, la temática (conjunto de melodías), la textura y la tímbrica. Un buen entrenamiento en Análisis Musical requiere al menos dos años de estudio y, posteriormente, toda una vida de dedicación, pues los artistas serios jamás dejan de analizar, o sea, de aprender, de las obras de sus colegas así como de las obras maestras del pasado.

 

  Componer sin haber analizado nada previamente es tan limitado como cocinar sin haber entendido ninguna receta de la cocina tradicional. El resultado, fruto tan sólo de la intuición, será muy simple, insulso o repetitivo en el mejor de los casos, aunque lo más probable es que resulte incomestible.

 

  Por otro lado, las grandes obras de la literatura musical, especialmente la clásica, suelen contar con una compleja estructura interna, plagada de mil sutilezas, propuestas, audacias y equilibrismos artísticos a cuyo conocimiento sólo se accede a través del análisis. Pues, ni el más destacado profesor del mundo será capaz de transmitirnos tal cúmulo de detalles. En el mejor de los casos, nos abrirá la puerta hacia ellos. Por el contrario, si adquirimos una buena técnica analítica, los descubriremos por nosotros mismos en cada obra que abordemos, reteniéndolos en la memoria cual tesoro para una posible aplicación futura en nuestras creaciones.

 

 

2.6 ELABORACIÓN TEMÁTICA

 

   La Elaboración Temática comprende todos los procesos de organización de la melodía, o melodías, en una pieza musical. En una obra de corta duración estos procesos pueden resultar sencillos, incluso manejarse de manera relativamente intuitiva, como puede ocurrir en una canción pop.

 

   Pero en una obra de cierta envergadura, como las de la buena literatura musical clásica, los procesos temáticos se vuelven realmente complejos. Esta complejidad que se muestra, entre otros aspectos, como un sinfín de simetrías melódicas a lo largo de toda la obra, no responde a un simple capricho del compositor por complicar las cosas. Por el contrario, ese cúmulo de sutiles simetrías es precisamente el que le dota de un nivel artístico elevadísimo, con la misma importancia, a veces incluso más, que la propia Armonía. Pues las capta el subconsciente de casi cualquier oyente, aunque no entienda de Música, generando la misma sensación de fascinación que pudiera causar la contemplación de una cúpula gótica, plagada igualmente de simetrías que llegan de forma inconsciente al fondo de un cerebro humano.

 

 

 

 

   El desconocimiento de los procesos y las técnicas de elaboración temática es una de las grandes limitaciones que encuentran creadores con una formación musical de tipo popular al intentar abordar obras más ambiciosas. Incluso personas con una buena base armónica clásica, serán incapaces de crear obras de cierta entidad sin dominar tales técnicas. No pocas veces hemos observado a profesionales de la composición musical para audiovisuales anhelar y envidiar, como algo inalcanzable, la capacidad artística de John Williams. Ignoran que, entre otras muchas virtudes, John Williams conoce y domina a la perfección las técnicas clásicas de elaboración temática.

 

   A pesar de la relevancia de la Elaboración Temática para la Composición de calidad, existe escasa bibliografía al respecto y, nos atreveríamos a afirmar, un notable desconocimiento general acerca de ella. Por ello, es frecuente que a veces ni siquiera figure de manera intensiva en los planes de estudios de los conservatorios. Incluso, hemos podido tratar también a no pocos profesores de composición verdaderamente ignorantes en la materia, o con un conocimiento muy difuso de la misma.

 

   Aparte de un buen profesor y ejercitación, la formación en Elaboración Temática requiere de bastante práctica de Análisis Musical. Pues es a través del análisis como se va asimilando, poco a poco, el variado universo desarrollado en su aplicación artística. Bien trabajado, y contando con una buena base previa de Armonía, para una iniciación en la materia pueden ser suficientes entre uno y dos años de estudio.

 

   Por último, y aunque comparten bastantes procedimientos, no debe confundirse la Elaboración Temática con el Contrapunto. Este último se refiere exclusivamente a la simultaneidad de melodías, y comporta unas técnicas específicas que se comentan más adelante.

 

 

2.7 REPERTORIO MUSICAL

 

   Cualquier creación, sea artística, científica o de cualquier otra naturaleza, en el fondo es una recombinación, más o menos consciente, de lo que se ha aprendido previamente. Con suerte, y si la genialidad es uno de nuestros rasgos, agregaremos algún tipo de avance novedoso en esa recombinación.

 

   Llevado al terreno de la creación musical, cuanto más repertorio conozcamos y recordemos, con más datos de partida iniciaremos el "cóctel" creativo de nuestra nueva obra, lo cual además suele reforzar la inspiración y la motivación para componer. Si no conocemos repertorio, nuestras creaciones se limitarán seguramente a un formato y estilo concreto, creyéndonos muy creativos pero, en el fondo, apoyándonos en unos mínimos recursos que de forma inconsciente retenemos en nuestra mente. El destino es, lo más probable, la mediocridad y la reinvención de lo ya inventado.

 

   El repertorio hay que estudiarlo de manera consciente. Su escucha puede evidentemente simultanearse con otras tareas, siempre y cuando consigamos retenerlo más o menos en la memoria. Lo ideal es, además, una escucha analítica. Es decir, no sólo escuchar pasivamente, si no tratando de analizar lo que se escucha, casi como si tuviéramos delante la partitura. Y reteniendo así en nuestra memoria, además del sonido general de la obra, su estructura, sus temas, desarrollos, armonías, ritmos, texturas, audacias constructivas, etc… Un cierto conocimiento del repertorio a este nivel supone una herramienta magnífica para la creación musical, en la que se han apoyado la mayoría de los grandes creadores de la historia.

 

   Está claro que el repertorio musical es casi infinito y, para quien desea iniciarse, puede resultar desconcertante por dónde empezar. Lo más práctico es centrarnos en el estilo que más nos interesa y recurrir a una guía de selección, que hay muchas, donde nos recomiendan las obras más significativas. Completado este arranque, es momento de ampliar dentro de ese estilo inicial y, por descontando, con otros estilos, aunque parezcan no resultarnos atractivos de partida. Nunca se sabe qué puede sernos útil en el futuro pues, con frecuencia, la inspiración se encuentra en las músicas distantes a la que más conocemos.

 

 

2.8 HISTORIA DE LA MÚSICA

 

   En coordinación con el estudio del repertorio, la Historia de la Música establece los vínculos de relación entre creadores, estilos, técnicas y obras facilitando, entre otras cosas, entender las herencias que podemos encontrar en una obra de sus predecesores. Es imprescindible para entender una obra musical en toda su dimensión y ser capaz de ubicarla en un tiempo y estilo concretos.

 

   Un buen conocimiento de la Historia de la Música nos proporciona además una especie de estructura mental de relaciones, como si de mapa de carreteras se tratara, que permite recordar con mucha mayor facilidad a autores, obras y datos en general sobre ellos. Y ubicar con máxima rapidez cualquier nuevo autor, obra o dato del que tengamos conocimiento.

 

 

 

 

   Por último, un buen conocimiento de la Historia de la Música permite tomar una mayor conciencia y control de lo que queremos hacer y lo que realmente hacemos en nuestras creaciones. Saber de dónde proceden los elementos que ponemos en juego en nuestra obra y establecer incluso juegos intelectuales y referencias al pasado, si lo consideramos oportuno.

 

   Y, por descontado, por Historia de la Música no entendemos sólo Historia de la "Música Clásica", aunque sea ésta especialmente rica y extremamente documentada. Es importante también conocer la Historia del Jazz, de la Música Pop-Rock, de la Música de Cine, de la Música de Vanguardia, la Etnica europea, la Africana, la Asiática… toda!

 

2.9 FORMACIÓN AUDITIVA

 

   Una vez escuché a un maestro una cita, que atribuyó a Haydn, y que no se si es cierta pero que, en cualquier caso, suscribo: "Un buen músico debe ser capaz de escuchar con la vista y de ver con el oído".  Junto a la cita, recuerdo que me marcó, en mi juventud de estudiante de armonía, una escena de la película Amadeus, de Milos Forman, estrenada por aquél entonces. En la escena, la mujer de Mozart le presenta a Salieri diversas partituras manuscritas del gran genio. Al abrir esas partituras, la música empieza a sonarle a Salieri en la cabeza con toda su plenitud orquestal. Milos Forman recrea el efecto de forma magistral, mostrando la mezcla de fascinación y espanto que ese "sonido" produce en Salieri, debido a la supuesta rivalidad con Mozart, que es eje de toda la película.

 

 

 

 

   Hoy en día un ordenador puede en cierta medida suplir el efecto del oído interno. Pero el mejor ordenador es el propio cerebro, funciona además sin baterías, hasta paseando por un bosque o en la ducha. Bromas aparte, un oído interno muy bien formado es imprescindible para un compositor/a. En las clases de Lenguaje Musical se ha de practicar el dictado de manera intensiva, cada vez más compleja, de manera que se aprenda a discriminar y a transformar en escritura lo que se escucha con la mayor precisión posible, tanto melodías, como ritmos o armonías.

 

   La inversa, escuchar lo que se ve, resulta bastante más difícil y requiere de una larga dedicación y entrenamiento. Estos han de ser absolutamente personales, pues no existe un método concreto para conseguirlo, ni manera alguna de evaluar externamente qué es lo que oye alguien internamente. En mi caso, el estudio del Contrapunto, gracias a la simplicidad inicial de sus ejercicios, fue el detonante para lanzarme al entrenamiento de la escucha visual, que fue perfeccionándose a la vez que se volvían más complejos esos trabajos y que trabajé también por mi cuenta con obras de otros muchos estilos y formatos. Tras largo esfuerzo, conseguí lo que había contemplado años antes en la película Amadeus. Un sueño que creía reservado a los superdotados y que jamás pensé que yo, que no soy superdotado en ningún sentido, alcanzaría.

 

   Ni que decir tiene el placer que supone abrir una partitura y escucharla en la cabeza, o componer sobre una mesa, sin más instrumentos que un lápiz y papel pautado, pero oyendo en todo momento el sonido de lo que se escribe. O, a la inversa, escuchar una obra en concierto e identificar con precisión sus notas, sus ritmos, sus armonías, sus estructuras. Un placer y una herramienta profesional en los que merece la pena invertir toda la dedicación posible para alcanzarlos. Y que demuestra, como siempre, que se consigue mucho más con el esfuerzo y tensón mantenidos en el tiempo que con el supuesto talento de partida.

  

 

2.10 IMPROVISACIÓN

 

   Improvisar es a la Música lo que hablar pudiera ser a la Literatura. Resultaría extraño recomendar a un aspirante a escritor o escritora que hablase espontáneamente. Es algo que se presupone desde su tierna infancia, a no ser que se padezca sordera. Improvisar es algo que han practicado siempre los músicos, en cualquier estilo, desde el origen de los tiempos. Excepto, lamentablemente, los músicos del ámbito de la Música Clásica de los últimos 140 años.

 

   No vamos aquí a entretenernos explicando el origen y porqué de esta absurda, penosa y contraproducente limitación. Tan sólo haremos hincapié en la necesidad de superar, cuanto antes, esta etapa oscura en la práctica musical dentro el ámbito de la Música Clásica, y recuperar algo tan enriquecedor, estimulante y divertido como es la Improvisación. Bien lo saben los intérpretes de Jazz, Pop-Rock o músicas étnicas.

 

   Si la improvisación es algo más que recomendable para cualquier músico, lo creemos casi imprescindible para un compositor/a. A través de la improvisación se prueban nuevas ideas, se estimula la imaginación y se practica el desarrollo de un discurso musical prolongado. En el fondo, una improvisación es ya en sí una composición, normalmente de menos calidad pues no permite reflexión sobre la misma. Pero, si se es capaz de improvisar, se dominan ya y se entrenan muchas de las destrezas necesarias para componer. Lo ideal es realizarlo con un instrumento polifónico, pero en su defecto se puede hacer también con uno monofónico. Incluso con un palo y una lata, lo importante es adquirir la práctica de la expresión espontánea y practicarla con regularidad.

 

    Por último, la improvisación se puede (y se debe!) estudiar y entrenar con un profesor o profesora. En España, los planes de estudios del ámbito "clásico" son todavía muy restringidos en este aspecto, lo que no ocurre lógicamente con otros estilos. En este país Emilio Molina ha creado toda una escuela de investigación, promoción y difusión de la Improvisación en el ámbito de la Música Clásica, con una actividad editorial y pedagógica muy relevante, que desde aquí recomendamos especialmente.

 

 

2.11 CONTRAPUNTO

 

   El dominio del contrapunto es una especie de barrera cuya superación permite acceder a la escritura musical de texturas complejas y elegantes. Por el contrario, su desconocimiento suele quedar enseguida en evidencia en las composiciones, casi de cualquier estilo, que tenderán a mostrar tramas polifónicas simples y un tanto toscas.

 

   El Contrapunto es un procedimiento que se aplica a la textura musical, es decir, a la organización de la polifonía. Una textura es contrapuntística cuando presenta dos o más melodías simultáneas. Esa simultaneidad de melodías es un terreno que se exploró durante la Baja Edad Media, el Renacimiento y culminó en el Barroco con la obra de Bach, aunque su técnica ha alimentado toda la creación musical posterior.

 

 

 

 

 

   Tan prolongado desarrollo ha generado muy diversas técnicas contrapuntísticas, en las que un estudiante de composición ha de entrenarse esmeradamente. Enumeramos los epígrafes de las más relevantes, por orden más o menos cronológico de estudio:

 

- Contrapunto de Especies (también llamado "Severo")

- Contrapunto Invertible

- Contrapunto Imitativo - Cánones

- Contrapunto Libre - el Coral de Bach

- Escritura de Invenciones a 2 voces

- Escritura de Fugas a 3 y 4 voces

 

   El estudio del Contrapunto en toda su profundidad se realiza generalmente ya en un nivel superior o universitario de Composición, aunque puede acometerse previamente por quien esté interesado, sólo requiere contar con una buena base previa de armonía. Y suele abarcar unos 3 cursos. A través de las diversas técnicas se adquiere la práctica para conseguir combinar dos o más melodías simultáneas de forma que se complementen a la perfección. También se aprende a depurar las líneas melódicas individuales y a dominar el impulso que el contrapunto proporciona a la obra musical, con frecuencia tan potente como la misma armonía.

 

   Me he encontrado con profesionales de la creación musical, ajenos generalmente al ámbito de la Música Clásica, que literalmente no sabían ni lo que era el Contrapunto. Desconocían, por tanto, la limitación que ello les supone pues, aunque no nos dediquemos a crear música del ámbito estrictamente clásico, el conocimiento, al menos básico, del Contrapunto aporta una herramienta que permite acceder a una nueva dimensión de la creación musical. Y que dota a ésta de una elegancia, sofisticación y riqueza estructural inviables si se ignora. Así lo podemos apreciar en algunos creadores no estrictamente clásicos, como Leonard Bernstein, Astor Piazzola o John Williams, cuya calidad en su música procede, entre otras cosas, de los secretos del Contrapunto.

 

 

 

 

( Continuar:  2.12 INSTRUMENTACIÓN Y ORQUESTACIÓN / LA VOZ )